A veces me preguntaba segundos, minutos, horas y días enteros, cuando llegaría el día en que los lamentos se agudizaran y el miedo dejara de ser cosa de ingenuos. Hoy vivimos el ansiado periodo de la crisis mundial, acompañado de malos augurios financieros, energéticos, alimentarios y completamente incendiarios. Llego el día camaradas, decía un aficionado, es el momento, dijo el fanático, pero que vamos hacer, dijo un voluntario, y el mas concienciado dijo... a la batalla.
Es difícil comprender que ante tanta desigualdad e injusticia, vemos que la alevosía es el pan de cada día. Cuando nos pasábamos pensando y organizando día y noche el rojo amanecer, nos vemos hoy mismo doblegados ante tanta carga de trabajo.
Hoy, en que el país vive su peor momento, en que la política dominante no da soluciones, es cuando debemos dar mas de nosotros, es cuando la organización debe ser el motor de la transformación, pero no, somos pocos los concienciados, insuficientes los que verdaderamente creemos en un mundo mejor, hoy el mundo camina por un pequeño declive, el imperialismo sigue arrasando en el oriente próximo, siguen muriendo niños en África, y el Neoliberalismo saca su ultimo recurso: la superestructura, en que el ser humano no actua, pasa del tema, adormecido como un bebe en su cuna, vegetal como una hortaliza y zángano-parásito de un sistema que su destino dice...que tiene los días contados.
